Órganos locales del poder popular. El delegado y las comisiones de trabajo. Los consejos populares

AuthorC. Dr. Ángel Fernández-Rubio Legra
PositionProfesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales
Pages65-70

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Los Órganos Locales del Poder Popular surgieron a finales del año 1976 y durante los casi catorce años transcurridos desde su constitución, miles de ciudadanos cubanos han participado en tareas de gobierno y representación de los intereses del pueblo en los órganos del poder estatal. Las experiencias acumuladas, como resultado de sus aciertos y errores, nos permiten hoy hacer análisis más objetivos sobre sus aspectos positivos y negativos que sugieran propuestas para su perfeccionamiento dentro de los marcos del Llamamiento al IV Congreso del Partido.

A pesar de sus dificultades y limitaciones, la creación de los Órganos Locales del Poder Popular, el trabajo de sus delegados y sus vínculos permanentes con la población, han posibilitado el perfeccionamiento de la democracia revolucionaria mediante la participación activa de los ciudadanos en la vida política, económica y social del país; se han alcanzado logros destacados en las esferas de la salud, la cultura, la educación, la ciencia, la educación física, los deportes y la recreación, acueductos y alcantarillado, la construcción de edificaciones, carreteras, caminos y otros; han brindado su apoyo en la producción de rubros para la exportación, a la zafra azucarera, a la preparación para la defensa, la lucha contra las actividades delictivas y los accidentes del tránsito; y han posibilitado que los centros de decisión estatal tengan un mejor conocimiento de los problemas que afectan a la población.

Sin embargo, junto con los aspectos positivos, en los Órganos Locales del Poder Popular están presentas también aspectos negativos, Page 66 dificultades y deficiencias que afectan su autoridad y prestigio ante la población, tales como:

Dificultades y deficiencias en su funcionamiento orgánico;

- falta de agilidad en la solución de problemas básicos de la comunidad; en la gestión administrativa; en la atención a las quejas y peticiones de la población y en la aplicación de la política de cuadros;

- insuficiencias en el aseguramiento cuantitativo y cualitativo de los servicios y necesidades básicas de la población, referidas a problemas tan sensibles como: la alimentación, la gastronomía, comunales, el transporte, el mantenimiento y reparación de escuelas, edificios familiares y calles, etc.

Con relación a este último aspecto, para algunos, la solución de los problemas que afectan a la población depende de una mayor asignación de recursos materiales y financieros a los municipios y las provincias por parte de la nación. Para otros, sin que nieguen los efectos positivos que pudieran derivarse de tales incrementos, la solución de dichos problemas depende en un alto grado de que se logre por los órganos locales la eficiencia económica en la utilización de los recursos humanos, materiales y financieros disponibles, así como que se mejore la calidad de los productos y servicios que se ofrecen a la población. Considero que para ello es imprescindible sustituir muchos de los mecanismos formales de trabajo (lemas, consignas, sellos, diplomas, etc.) por la exigencia y el control real y efectivo de sus responsabilidades a dirigentes, funcionarios y empleados negligentes.

A mi entender, las principales causas o motivos que inciden en los problemas fundamentales que afectan el normal funcionamiento de los Órganos Locales del Poder Popular en estos momentos, están directamente relacionados con:

  1. La coincidencia en los mismos órganos (Asamblea de Delegados y Comités Ejecutivos) de las funciones ejecutivas y administrativas con las funciones deliberativas y de acuerdo, con la consiguiente situación de ser al mismo tiempo jueces y partes en la valoración del cumplimiento de sus atribuciones;

  2. la repetición de estructuras administrativas en las instancias provinciales y municipales, sin justificación económica ni funcional alguna;

  3. el exceso de personal (plantillas infladas) en las estructuras de gobierno local, lo que genera el burocratismo y el papeleo. La pirámide está invertida: los órganos provinciales, con funciones principales de orientación y control de los municipios, constan de un mayor número de direcciones, departamentos y Page 67 secciones y por ende de un mayor número de empleados que los municipios, que tienen como misión principal la dirección inmediata de las empresas y unidades subordinadas;

    ch) la corta duración de las sesiones de las Asambleas de Delegados, generalmente con una agenda extensa y una carga grande de documentos que los delegados deben leer y discutir en muy breve tiempo, hace que las discusiones sean formales, con acuerdos de compromiso y sin participación efectiva de los delegados. El tiempo de las sesiones, su corta duración, constituye un tirano implacable que limita la democracia y por tanto el poder real del Delegado. Téngase en cuenta lo expresado por el Lic. Domingo García Cárdenas, cuando dice: "Las sesiones de las Asambleas son el medio que tienen los delegados para debatir los problemas que afectan a la población y como el único momento en que los delegados pueden actuar como el máximo poder estatal"1;

  4. el excesivo número de delegados en las Asambleas municipales y provinciales, lo que hace a estos órganos colegiados poco ágiles y eficientes, así como difíciles de conducir;

  5. la asignación a los delegados de un sinnúmero de tareas administrativas, ajenas a su verdadera misión como representantes de los intereses y necesidades de la población, tales como: gestiones directas con las unidades de producción o servicios y las direcciones de las empresas; la distribución de viviendas y materiales de construcción, etc.;

  6. en el funcionamiento de las comisiones de trabajo se observan dificultades y deficiencias en cuanto a: su composición e integración; el contenido de sus planes de trabajo; la calidad de sus informes y dictámenes en cuanto a sus valoraciones, enfoques eminentemente administrativos y recomendaciones; el cumplimiento del calendario de reuniones y en la asistencia de sus miembros;

  7. la no inclusión como asunto principal de las asambleas locales en lo referente al estudio y aprobación de los Presupuestos, como instrumentos básicos de control económico y punto de partida para el buen funcionamiento de los Órganos Locales del Poder Popular como órganos supremos de poder estatal en las provincias y los municipios, lo que contribuiría además al desarrollo de la conciencia económica de los delegados, dirigentes, funcionarios y de la población en general;

  8. la duplicidad, triplicidad y multiplicidad de inspecciones estatales, sin que exista una verdadera organización del control y sin que, por lo general, produzcan beneficios o resultados positivos; Page 68

  9. el excesivo formalismo en las reuniones de rendición de cuenta de los delegados ante sus electores, mediante los controles burocráticos de asistencia, la organización y presentación de los informes;

  10. la presentación ante las Asambleas de Delegados de informes de rendición de cuenta, que constituyen una verdadera relación de tareas y reuniones cumplidas, la descripción* de logros y deficiencias abstractas; carentes de un registro metódico de datos, sin clasificación y procesamiento, sin una presentación comparada con situaciones anteriores y con un análisis e interpretación en forma tal que se determinen las responsabilidades positivas o negativas si éstas existieran;

  11. no tener en cuenta en la constitución y organización de los Órganos Locales del Poder Popular, principios generales de administración como los siguientes: la racionalidad económica como justificación de estructuras, órganos colegiados, comités, comisiones de trabajo, y otras; la importancia del tiempo desde el punto de vista económico y de la eficiencia en general; la eliminación de lo innecesario como medio para la obtención de economías; la organización del control; la centralización y descentralización de actividades;

    I) la falta de uniformidad y empleo de términos y conceptos, tales como: dirección, organización, administración, control, supervisión, inspección, auditoría, asesoría, doble subordinación, coordinación, rendición de cuenta, unidad de poder, centralismo democrático y otros.

    Sobre la base de los criterios expresados en la ponencia, el perfeccionamiento de los Órganos Locales del Poder Popular, en lo fundamental, lo veo dirigido a lograr:

    1. En los gobiernos locales:

      1.1 Establecer las funciones de deliberación y acuerdo como atribuciones de las Asambleas de Delegados (órganos de poder), constituidas por su Presidente, Vicepresidente, Secretario y delegados.

      1.2 Asignar las funciones ejecutivas y de administración bajo la responsabilidad de un Alcalde (municipio) o Gobernador (provincia), con un comité o consejo ejecutivo integrado por miembros profesionales designados por la Asamblea a propuesta del Alcalde o el Gobernador, según corresponda. Tanto el Alcalde como el Gobernador serán elegidos por sus respectivas asambleas. Los miembros del comité o consejo ejecutivo asumirán la dirección de un Departamento o Dirección Administrativa. Page 69

    2. Reducir a lo estrictamente necesario, mediante la aplicación del principio de racionalidad económica, el número de direcciones administrativas, departamentos y secciones en las distintas instancias de los Órganos Locales del Poder Popular, con la consiguiente reducción de plantillas.

    3. Ampliar el período de sesiones ordinarias de las asambleas municipales y provinciales mediante el establecimiento de una duración no inferior a cinco días hábiles, de forma tal que faciliten la discusión y análisis mesurado de los puntos de la agenda, así como la participación efectiva de los delegados.

    4. Extender el período de renovación de las Asambleas locales hasta cinco años y por consiguiente el término de duración del mandato de los delegados, lo que redundará en beneficios económicos y funcionales de los órganos locales.

    5. Reducir el número de delegados integrantes de las asambleas municipales y provinciales, lo que le daría mayor eficiencia, agilidad y ejecutividad a los órganos locales. El 40 ó 50 % de su número actual parecen cifras recomendables.

    6. Limitar las funciones de los delegados a aquellas que tienen que ver con su papel como representantes de los intereses y necesidades de la población.

    7. Que por las direcciones de las Asambleas de Delegados se les brinde a las comisiones de trabajo una atención priorizada, dirigida a mejorar su integración, composición y número de miembros; en incrementar la exigencia sobre el cumplimiento y dictámenes que emitan.

    8. Incluir como tarea principal de las Asambleas locales el estudio, aprobación y control de los Presupuestos.

    9. Racionalizar las inspecciones a dos o tres niveles de dirección como máximo. Eliminar el exceso de inspectores, mejorar la calidad y experiencia de sus integrantes e incrementar la exigencia y responsabilidad de su trabajo.

    10. Asegurar la correcta elaboración, interpretación y análisis de los informes de rendición de cuenta en cuanto a su estructura, contenido y valoración de los mismos.

    11. Lograr que junto a los principios generales de organización y funcionamiento de los órganos estatales establecidos en el art. 66 de la Constitución de la República, se tengan en cuenta también los principios generales de administración relacionados con la racionalidad económica, el tiempo, simplificación de tareas, la organización del control y otros.

    12. Restablecer las definiciones correctas de los principales conceptos referentes a la dirección, organización y de administración de los Órganos Locales del Poder Popular, a los efectos de lograr su correcta interpretación y aplicación uniformes. Page 70

      En lo referente a los Consejos Populares como órganos consultivos de reciente formación (a partir de 1987), y cuyo número actual no debe ser superior a la cifra de doscientos nacionalmente, si bien presentan situaciones similares a las ya planteadas con relación a los delegados y sus atribuciones, considero que una preocupación principal a tener en cuenta en el perfeccionamiento de los órganos locales es lo referente a determinar:

  12. ¿Cuál debe ser su alcance real en el territorio donde están constituidos?

  13. ¿Cuáles serán los requerimientos de eficiencia a exigir para su creación y existencia?

    Lo planteado hasta aquí con relación al funcionamiento de los Órganos Locales del Poder Popular y su perfeccionamiento, constituyen observaciones y sugerencias producto de reflexiones individuales, fundamentadas en el estudio teórico, análisis de documentos e informes, la discusión colectiva y la recogida de criterios y opiniones de ciudadanos simples de nuestro pueblo.

    ______________

    [1] García Cárdenas, Domingo: La Organización Estatal en Cuba. Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1981, p. 100.

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