Miguel A. D'Estéfano Pisani, (1918 -2004)

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Nacido el 31 de julio de 1918 en la Ciudad de La Habana, en lo que hoy se conoce como municipio de Centro Habana, hacia donde se había desplazado entonces el centro de la vida comercial y cultural de la República. Hijo de inmigrantes italianos. Su padre, procedente de Padula, provincia de Salerno, maestro cortador de sastrería, y su madre, oriunda de Castrovillari, provincia de Cosenza, cerca de Nápoles.

En 1940 Miguel A. D'ESTÉFANO inicia su vida periodística en las páginas del periódico Demos, de Artemisa, publicando una serie de lúcidos artículos sobre lo que él entendía eran las bases del proceso constituyente que entonces se llevaba a cabo. Dos años más tarde, se gradúa de Derecho y comienza a ejercer la profesión de abogado en distintos bufetes habaneros, labor que no detiene hasta 1960.

Prolífico y multifacético, D'ESTÉFANO se enrola desde 1945 en la actividad educacional desde el mismo ministerio del ramo y, a la vez, comienza a desgranarse una obra investigativa y literaria que tiene su punto de partida en el ensayo etnográfico-criminal La delincuencia de los indios en Cuba, escrito a la sombra de Don Fernando ORTÍZ -polígrafo mayor y "Tercer descubridor de Cuba"-, quien lo alienta a profundizar sus estudios de Derecho penal y Criminología y a publicar otras obras afines que, como llegara después a lamentar, no pudo entonces escribir.

Su labor autoral florece en esos mismos años de la mano del editor español Jesús MONTERO -, de quien dijera era "mi amigo, mi agente y de quien fui humilde y fiel colaborador. . . republicano fiel a su patria, a Cuba y a su casa"- del cual solo se separó cuando en 1961, solterón, viejo y enfermo, casi ciego, Jesús regresó a dejar sus huesos en la tierra donde nació.

Cuarenta y un libros sobre Derecho Internacional, Político, Penal y Civil, 56 trabajos en impresiones ligeras, cerca de cien colaboraciones con publicaciones especializadas y la coautoría de unos 25 libros son cifras que Page 76 no reflejan, a pesar de su vastedad, la estatura de este clásico del Derecho, cuya prolijidad lo designa, como uno de los autores cubanos de más vasta pluma.

Entre las obras más destacadas del profesor D'ESTÉFANO puede relacionarse su imprescindible Comentarios al Código de Defensa Social, que alcanzó catorce volúmenes.

A los libros y la prosa periodística se sumaron desde 1944 los premios jurídicos, literarios, periodísticos y una popularidad derivada de defender las mejores causas internacionales, el antifascismo, la justicia social para los empleados públicos y contra los abusos penitenciarios, cultivada como locutor y comentarista radial en las emisoras Onda Occidental y Onda Hispano-Cubana, y también, desde las páginas del Boletín del Seguro del Abogado, de las revistas Enquiridion y Revista Cubana de Derecho, el diario La Calle y en muchas otras publicaciones periódicas.

Vuelve a las aulas en los años 50 como profesor de Elementos de Cívica y de Derecho Penal y Penología de la Escuela Penitenciaria Nacional, profesor de Derecho Penal de la Universidad Masónica de La Habana, profesor de Derecho Político, Civil y Fiscal y de Geografía de la Candler Collage University of Havana, profesor de Historia Moderna y Cívica del Colegio Excelsior.

En 1953 contrae matrimonio con Lina Gallo con la cual procrean cuatro hijos.

En Artemisa, preside la Sociedad Cultural, el Club Rotario y simultanea otras funciones públicas, legales y sociales con la Secretaría del Consejo de Dirección de la Prisión de La Habana y el magisterio en Cívica, Derecho Penal y Penología, que comienza a desempeñar en la Escuela Penitenciaria Nacional, así como en Derecho Penal, Político, Civil y Fiscal desde las cátedras de la Universidad Masónica y de la Universidad Candler College de La Habana.

En esa misma época crece su producción periodística y literaria con la salida de nuevos trabajos y títulos y la reedición de otros anteriores. El Diccionario Jurídico, en el que trabaja junto con el Dr. PÉREZ LOBO desde 1955 y hasta 1960 marca un hito. También inicia una estela memorable como comentarista de la Revista Cubana de Derecho y en otros periódicos.

El triunfo de la Revolución en 1959 lo hace proclamar en una muy citada conferencia: "Para Cuba que se alza, la primera palabra, y la primera palabra Page 77 libre en muchos años, del Club Rotario de Artemisa, para Martí. Del hechizo de sus palabras se sale como se sale de un baño de luz. Un adjetivo basta para alzar un edificio de ideas y otro adjetivo para derribar una montaña de iniquidad. No se le oía, se le sentía (. . . )".

Ninguna hora como la de ahora para apercibirnos de cómo entendió y quiso Martí a la República. Esta República que estamos en el deber de mirar con nuestro mayor amor: Para que avance. Para que acabemos de sentirla digna. . . A Martí llorémosle y venerémosle. Pero sobre todo sigámosle. Sigámosle de una vez.

La capital lo acoge definitivamente en 1961, con el pueblo ya en el poder. Se suma al torbellino revolucionario, a la construcción del nuevo Estado de Derecho, a la defensa del imperio de la ley, vulnerada hasta ese momento por una sangrienta dictadura pro norteamericana y un espacio privilegiado le reserva el recién creado Ministerio de Relaciones Exteriores. Miliciano, diplomático, juez internacional, profesor, consultor jurídico. . . son varias las tareas que cumple desde entonces y a la vez. Descuella en medio de la crisis de los misiles de 1962, al tipificar desde el punto de vista del Derecho lo que aún muchos no veían o no se atrevían a ver:

"Kennedy, al ordenar el establecimiento de un bloqueo naval en tiempos de paz, impone una medida de guerra sin la existencia de la guerra misma, por lo cual incurre en una trasgresión más del derecho internacional ya que a la unilateralidad de la decisión adoptada, por encima de los organismos internacionales que pueden imponer las medidas coercitivas, se une el atropello de nuestros derechos y el irrespeto y violación de los derechos de los demás Estados a la libre navegación".

Desde entonces, D'ESTÉFANO acumuló no solo una impresionante obra intelectual1, sino un aún más comprometido servicio público a Cuba: alcanzó Page 78 el doctorado en Ciencias y la categoría de profesor de Mérito y Profesor Titular de la Universidad de La Habana y del Instituto Superior de Relaciones Internacionales. Fue Asesor del Ministro de Relaciones Exteriores y Director de la Dirección Jurídica del MINREX, Presidente del Grupo cubano del Tribunal permanente de la Corte de Arbitraje Internacional de La Haya. Recibió las máximas condecoraciones científicas de Cuba, entre las cuales cabe significar: la Medalla 250 aniversario de la Universidad de La Habana, la Medalla José Tey, del Consejo de Estado de la República de Cuba, la Orden Nacional Carlos J. Finlay, de la República de Cuba, Medalla Fernando Ortiz, con motivo del 25 aniversario de la Academia de Ciencias de Cuba, Miembro de Honor de la Unión de Juristas de Cuba, también la Medalla conmemorativa 40 aniversario del Ministerio de Relaciones Exteriores. Igualmente fue condecorado por otros Estados, por lo cual le fuera atribuida la Orden de la Amistad del Gobierno de la República Socialista de Vietnam y la Orden Cirilo y Metodio, de primer grado, de la República Popular de Bulgaria. El 1997 recibe el Premio Nacional de las Ciencias Sociales, único jurista reconocido con tan importante laurel, razón por la cual el entonces Presidente del Tribunal Supremo Popular expresara que se trataba de un "merecido reconocimiento de la sociedad cubana a quien, (. . . ), además de una prolífica obra intelectual en el marco de las ciencias y el saber jurídico, así como de la política internacional, ha dedicado su vida a luchar por la preservación de la soberanía nacional, a defender a su país y su revolución en cualquier arena, y ha ejercido la solidaridad más militante con los que sufren vejaciones, agresiones y guerras injustas; y a quien con ese ejemplo, con modestia y alto sentido ético, ha formado generaciones de juristas cubanos". Representó al país en numerosos congresos, conferencias, reuniones, simposios, seminarios y otros eventos internacionales, así como en períodos ordinarios de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

También fue Presidente de la Comisión de Juristas del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, miembro del Grupo de consejeros del Ministro de Justicia de Cuba, Asesor Emérito del Centro de Estudios de Asia y Oceanía, Presidente de la Sociedad Científica de Derecho Internacional de la Unión Nacional de Juristas de Cuba y de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, a lo cual sumó su condición de Maestro dePage 79 varias generaciones de juristas y de egresados en relaciones diplomáticas, un fecundo quehacer científico, organizativo y divulgador de las concepciones, principios, valores y prácticas de la revolución cubana, tanto dentro de las fronteras del país como en el mundo, que dejó una profunda huella en el ámbito de las ciencias sociales cubanas, en el de la política exterior, la solidaridad y el internacionalismo.

En el año 2005, se le confiere post mortem, y con carácter excepcional, el flamante Premio Nacional de Derecho "Carlos Manuel de Céspedes", por la Unión Nacional de Juristas de Cuba, siendo el primer jurista cubano en recibirlo, en un emotivo acto en la sede del Palacio de Convenciones de Cuba, en ocasión de celebrarse el VI Congreso de la organización. Page 80

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[1] Dentro de su amplia y extensa bibliografía, merece reseñarse, entre otras, la ya citada La delincuencia de los indios en Cuba (Ensayo de Etnografía Criminal Cubana), publicada en 1943, también Defensa social y peligrosidad (Incorporación de la doctrina al Código de Defensa Social) con prólogo de Diego Vicente TEJERA Y GARCÍA, que viera la luz en 1945, El Rapto. Su doctrina y evolución en el derecho positivo cubano publicada el mismo año, Las personas jurídicas y su responsabilidad criminal, con prólogo del profesor Constancio BERNALDO DE QUIRÓS (1946); El delito preterintencional. Un estudio crítico exegético del elemento psicológico del delito (1947), Servicio y retiro civil (1951), Impuesto sobre la renta (1953), Derecho Internacional Público (1962), Puerto Rico: análisis de un plebiscito (1967), Vietnam: violaciones de acuerdos internacionales y crímenes de guerra, en colaboración con el Dr. Juan B. MORÉ BENÍTEZ (1969), Subdesarrollo y derecho internacional público (1973), Derecho de tratados (1973), Casos en derecho internacional público, (1974), Esquemas del derecho internacional público (1977), Fundamentos del Derecho Internacional Público Contemporáneo (1983), Cuba, Estados Unidos y el Derecho Internacional Contemporáneo (1983), Historia del Derecho Internacional. Desde la Antigüedad hasta 1917 (1985), Cuba en lo internacional (1510-1898) (1988).

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