Cuba en lo internacional (1510-1898). Miguel A. D'Estéfano Pisani. Editorial de Ciencias Sociales. Jurídica. La Habana, 1988. 395 págs.

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Comentarios por el Doctor en Ciencias Jurídicas y Profesor de Mérito, Miguel A. D'Estéfano Pisani

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Por segunda ocasión el comentarista se permite comentar una obra suya recién aparecida. Esgrime la atenuante de que si él no lo hace en esta Sección no se comentaría en nuestra Revista, en cuyo caso sería víctima de una evidente discriminación. La obra tiene el aval de estar en correspondencia con el hecho de haber profesado, durante algunos años, en la materia de Política Exterior de Cuba en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales, y tiene el acicate de una contundente afirmación de Fidel "Si las raíces y la historia-de este país no se conocen, la cultura política de nuestras masas no esta suficientemente desarrollada, porque no podríamos siquiera entender el marxismo, ni podríamos calificarnos de marxistas sí no empezamos a comprender el propio proceso de nuestra Revolución, y el desarrollo de la conciencia y del pensamiento político y revolucionario de nuestro país durante cien años. Si no entendemos eso, no sabemos nada de política".

Con la obra, no se trata de una indagación política, económica o de cualquier otra naturaleza, que se pueda subsumir en una historia de Cuba; la presencia de Cuba en lo internacional es una tarea trascendente que está por investigar a fondo. Tenemos tres períodos históricos perfectamente diferenciados: primero el que abarca el colonialismo español, que se inicia en 1510 con la conquista y transcurre hasta el último día de 1898, cuando cesa el poder de España sobre la Isla (y que es objeto de este volumen); uno segundo, que transcurre entre la ocupación militar yanqui el primero de enero de 1899 y comprende dos etapas a su vez: la Cuba plattista (1902-1934) y la Cuba neocolonial (1934-1959), etapas en las que estamos trabajando en dos tomos, y un tercer y esplendoroso período que es el de la Cuba revolucionaria. Debemos redescubrir nuestra historia desde sus propias raíces.

Mucho ha tenido que ver con el destino de Cuba en lo internacional su posición geográfica como "llave del golfo". Las disputas de las potencias por Cuba se extendieron en el tiempo por espacio de siglos, y precisa partir de lo que España fue para Cuba y de lo que ella hizo de Cuba y a Cuba. España incurrió en dos gravísimos errores a lo largo de casi cuatro siglos: 1) fue casi siempre enemiga de Inglaterra, al punto que Oliverio Cromwell dijera que España no fue accidentalmente sino providencialmente enemiga de Inglaterra; 2) no comprendióPage 122 nunca lo que significaban las "reglas de juego" de Estados Unidos con respecto a Cuba. Y sólo hubo un acuerdo en el tiempo entre Estados Unidos, Inglaterra, Francia y las demás potencias europeas, y fue que nuestra isla no podía pasar a manos de ninguna de ellas y, por ende, sería preciso que siguiera en manos de España, la potencia débil.

Vemos a Cuba en lo internacional como nacionalidad que se va a formar y que luego se enfrenta a su destino, porque el surgimiento y desarrollo de nuestra nacionalidad tiene un profundo signo internacional, que con frecuencia histórica ha ido acompañado de lo internacionalista. Debe observarse que ninguna colonia, salvo Cuba, sería durante mucho tiempo colonia política de un país (España) y colonia económica de otro (Estados Unidos), especie de colonialismo compartido de exótica presencia en el Derecho Internacional.

La obra consta de las siguientes partes: 1. "Cuba 250 años de presencia internacional" (1510-1762); 2. "Dialéctica de lo internacional y lo nacional" (1762-1830); 3. "De colonia política de España a colonia económica de Estados Unidos (1830-1886); 4. "Independentismo y latinoamericanismo" (1886-1878); 5. "Martí, antimperialismo e internacionalismo" (1878-1895); 6. "Revolución e injerencismo" (1895-1898). Los 250 años que decursan entre 1510 y 1762 tienen, en el orden internacional, una ancha panorámica histórica, transcurren entre la alborada de la sociedad preburguesa hasta los días del enciclopedismo burgués y junto a la panorámica internacional y americana, transcurre la del Derecho Internacional. Desde el siglo XIII resalta el papel de los legistas y luego las doctrinas de los postglosadores o comentaristas, se desarrollan las obras de Bartolo de Sassoferrato, Baldo de Ubaldis, Giovanni di Legnano y otros, le sigue la Escuela Española de Derecho Internacional con el padre Vitoria, Francisco Suárez y Vázquez de Menchaca, está la obra de Gentili, y, a estos precursores de Hugo Grocio "el padre del Derecho Internacional" (1585-1645) vienen sus sucesores en el período (Rachel, Puffendorf, Zouch, Wolff, Binkenshoek, Vattel, Moser y Mably). Ya Cuba, "llave del golfo" desempeña un papel muy importante como tal.

En el período 1762-1830 ocurren grandes acontecimientos históricos que se reflejan en Cuba ampliamente, así la independencia de las Trece Colonias, la Revolución Francesa, la Revolución en Haití y las guerras de independencia en América Latina. En lo interno surge la nacionalidad cubana que se representaría en hombres como el presbítero Félix Varela, el primero que nos enseñó a pensar; era una nacionalidad naciente liberal y culta frente a una España oscurantista y despótica. También en el período surgen las corrientes reformistas, anexionistas e independentistas.

El período 1830-1868 se desenvuelve dentro de un panorama internacional de desarrollo capitalista y de pujante manifestación de las citadas corrientes, hasta comprenderse lo ajeno que estaba el anexionismo al sentimiento de nuestra nacionalidad. De otra parte, la expansión territorial de Estados Unidos y sus posiciones respecto a Cuba se perfilan claramente. El período 1868-1878 se corresponde con el de la Guerra de los Diez Años y la existencia de un gobierno de Cuba en Armas, con el reconocimiento como tal que recibió de los más de los países de nuestra América y los catorce pretextos que enunciamos, utilizados por Estados Unidos, para no reconocer siquiera nuestra beligerancia, en contravención de lo establecido por el Derecho Internacional de la época.

Martí, antimperialista e internacionalista, cubre el período 1878-1895. Ven dría el fracaso del autonomismo que Martí apostrofa así: "¿Cuándo se ha levantado una nación con limosneros de derechos?". Es el período que la Plataforma Programática de nuestro Partido llama de "tregua febril..." Por último los años 1895-1898, años de revolución e injerencismo yanqui, pródigoPage 123 en acontecimientos internacionales, americanos y cubanos. Si la nacionalidad cubana había surgido en el período de desarrollo del capitalismo, la guerra del 95 tiene lugar en la fase de presencia del imperialismo. Y se' analiza nuestro servicio exterior de esos años, y el no reconocimiento por Estados Unidos, ni tampoco por los países de América Latina. Había surgido el panamericanismo made in USA... Estados Unidos produce su injerencia en la guerra entre Cuba y España y lo hace para frustrar nuestra independencia.

Ciencias Sociales afirma en la cubierta del libro que "AI presentarnos una profunda y necesaria investigación político-jurídica sin precedentes en nuestro país, el autor ha tomado como objeto de estudio a Cuba en el contexto internacional a partir de su ubicación geográfica y encaminado con criterio histórico materialista la evolución de su status colonial, a la luz del desarrollo del Derecho Internacional durante todo el largo período que abarca casi cuatro siglos".

La historia confirmaría que, la creciente penetración de Estados Unidos en lo económico y la progresiva intervención en lo político a lo largo del siglo pasado, fue el primero y más grande freno a la independencia de Cuba y que, tal presencia significaba la anexión o el protectorado. Ambas formulaciones tenían antecedentes históricos en lo que a Cuba se refería.

Era la Revolución traicionada. Era la imposición de una Cuba cuya presencia en lo internacional sería la negación misma de todo aquello por lo cual generaciones de cubanos habían entregado sus sueños y sus vidas. Se sucederían seis décadas de República traicionada, como lo había sido la Revolución. El primero de enero de 1959 se empezarían a escribir las páginas inmarcesibles de los principios internacionales de Cuba, de su esplendente presencia en lo internacional.

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