La vida sindical de nuestro país ha tenido históricamente un peso casi “confidencial” que hoy lisa y llanamente se abre ante nuestros ojos. Como todo lo social, el sindicalismo evoluciona y por ende hay que entenderlo y estudiarlo hacia atrás, pero impulsarlo hacia su progresión natural. El cambio era inevitable y tarde o temprano en una sociedad que día a día se torna en tecnológicamente mas igualitaria había que reconocer lo inevitable:

  • Es hora de alimentar y crecer la noción de una relación simbiótica y no antagónica entre empresa y sindicato.
  • Hay que reconocer y saber vender el hecho de que el bien jurídico que se protege por ambos lados es el mismo: la productividad.
  • Es por demás entendible que históricamente la noción de antagonismo se haya arraigado en el sindicalismo y en la empresa. Claro que ha existido el abuso y el mal uso de la fuerza por ambos extremos y sobre esa base hay que crecer y capitalizar algo que no se promovía antes: la confianza.
  • Dadas las circunstancias hoy mas que nunca se podrá entrenar, capacitar, hacer entender a las empresas y a sus trabajadores donde esta el punto medio y la conveniencia de entender el negocio y el “como” ganar.
  • La gestión efectiva de Recursos Humanos y la capacitación se tornan trascendentales en un cambio de...